El freestyle está muerto

Cultura

Cada vez son menos los asistentes y las vistas en redes sociales. Esto lleva a que muchos de los seguidores de esta disciplina aseguren que ya no es ni la sombra de lo que fue.

Cuando hablamos de estas competencias de rimas, es imposible no revivir en nuestros recuerdos el flow de Dani y Wos, la agresividad de Teorema y Dtoke, las métricas de Zasko y Replik, y los campeonatos de los mejores de la historia: Chuty y Aczino. El retiro de todos estos raperos, junto a muchos más, ha llevado a que el freestyle vaya en decadencia. A esto se suman principalmente tres razones más del porqué de esta catástrofe.

El exceso de formato

La llegada de FMS a la cultura fue innovadora y espectacular en sus primeros años. Sin embargo, lo que nos ha dejado hoy en día es un sistema de votación por puntos que deja mucho que desear, ya que puntúa las rimas en una escala del cero al cuatro. Esto ha llevado a que los participantes se concentren en obtener la mayor puntuación posible, utilizando referencias de doble sentido, estructurando coherentemente sus patrones y contando mentalmente sus puntos, entre otras tácticas. Esto ha resultado en que se dejen de lado los orígenes de las batallas de gallos, donde la diversión, el espectáculo para el público y la libertad para insultar sin restricciones eran elementos clave. Estos aspectos se han ido perdiendo debido al nuevo formato de competición.

Otra característica negativa que ha dejado la reglamentación excesiva es la limitación de la creatividad de las personas que se encuentran concursando. El freestyle es un arte competitivo que se basa en la habilidad de los participantes para responder rápidamente a las palabras y acciones de sus oponentes. Cuando se introduce un exceso de formato, como reglas demasiado estrictas o estructuras predefinidas, se puede perder la emoción y la imprevisibilidad que hacen que las competencias sean emocionantes para el público.

Los mismos de siempre, sobre lo mismo de siempre

Tuve la suerte de asistir a una competencia internacional de freestyle. Grité, salté, reí, me alegré; fue algo mágico. Sin embargo, esos sentimientos nunca volvieron a surgir. En aquel campeonato, se enfrentaron los mejores freestylers del momento. El conflicto surge a partir de ese punto: las competiciones se volvieron cada vez más comunes y frecuentes, lo que llevó a que la emoción de presenciar una batalla de rimas entre los más hábiles se volviera monótona y aburrida. Ver a los mejores de la historia dejó de ser emocionante tanto para mí como para gran parte del público.

Llegó un punto en el que, inconscientemente, repetían las rimas. Se enfrentaron tantas veces que no había nada nuevo por decir. No se dieron cuenta de que cada vez que tomaban el micrófono, cavaban más profundo la tumba de las competencias de rap improvisado.

La comunidad se autodestruyó

Las ligas profesionales de cada país incrementaron los niveles de toxicidad en redes sociales. Los más extremos y agresivos defendían a capa y espada, más bien, a insultos y burlas, a los raperos representantes de su país. Antes de darnos cuenta, la nacionalidad dividió a la comunidad, llevando a ataques xenofóbicos solo por expresar tu opinión.

Este lamentable escenario fue alimentado por los mismos improvisadores, como Skone que con una rima, desató una guerra entre países, con el micrófono expresó: “somos los que rapeamos bien, no los que tenemos visitas”, haciendo referencia a que el resto de FMS de los distintos países tienen más visitas, pero el país de Skone es el que mejor rapea. Esto desencadenó que el resto de colegas extranjeros le respondieran en el escenario.

No hay luz al final del túnel

Me duele ver cómo una cultura que seguí durante tantos años terminó decayendo con el paso de los años. Por un momento pensé que podría volver a ser lo que era, al ver cómo los dos mejores de la historia se enfrentaron por primera vez en la internacional más importante del freestyle. Chuty vs Aczino, Dios contra el diablo. Nunca se habían visto las caras en la internacional de Red Bull, y así fue hasta noviembre del 2023. Ambos dejaron todo en el escenario, brindándonos una de las mejores batallas de la historia. Al verla, reviví aquellas emociones que sentía por esta disciplina; por un instante, imaginé que todo repuntaría. No podía estar más equivocado.

Luego de esta competencia, seguí admirando los combates de improvisación, pero lamentablemente, los puntos negativos son imposibles de ignorar. No es lo mismo de antes, en su época dorada, con tan solo un micrófono, los participantes movían masas. Hoy en día es muy diferente, así lo reflejan los números y todos los freestylers que se retiraron. La sobrecarga de formato, la toxicidad y la monotonía, mataron el freestyle. ¿Estás de acuerdo conmigo?, me encantaría leer tu opinión más abajo en tus comentarios, ¡quedas invitado!

3 thoughts on “El freestyle está muerto

    1. En mi opinión, el mejor dobletempo que ha demostrado un freestyler chileno fue Teorema en su enfrentamiento contra Chuty en God Level All Star. Demostró una rapidez y fluidez impresionante, plantándole cara al que para mí, es el mejor gallo de la historia.

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