El precio de la cultura: el impuesto al libro en Chile

Cultura

La educación y la cultura son los pilares fundamentales para el desarrollo de un país en donde la lectura es la puerta esencial a cualquier tipo de conocimiento y nos sirve para alcanzar el desarrollo personal e incluso para auto educarnos en ciertas materias. El gravado de libros con un impuesto tan alto es casi paradójico, y lamentablemente en nuestro país, el consumir contenido a través de libros es un lujo que muchas familias no pueden permitirse.

Chile es uno de los pocos países en el mundo que ha mantenido un impuesto tan elevado sobre los libros, siendo el segundo país con el IVA más alto del mundo (19%), sólo superado por Dinamarca (25%). Países vecinos como Argentina, Colombia y España ya han implementado políticas que reconocen la importancia de facilitar el acceso a la lectura, mientras que en nuestro país aún no se han reconocido los libros como un bien cultural de primera necesidad.

Este impuesto ha creado una brecha y diferencia cultural en nuestro país debido a que los más acomodados pueden acceder a libros de calidad, mientras que aquellos que tienen menos recursos están condenados a consumir libros pirateados. La “piratería” ha tenido consecuencias tanto culturales como económicas, ya que este tráfico ilegal de textos le ha producido pérdidas millonarias a autores nacionales e internacionales, impidiendo así la inversión de empresas y editoriales extranjeras en nuestro mercado.

Eliminar el impuesto al libro no es simplemente una cuestión económica, tampoco se resolverán todos los problemas relacionados a la lectura y la educación en Chile, pero si es necesario democratizar el acceso a los libros para promover una sociedad más educada, crítica e igualitaria. El estado debe comprometerse y asumir la responsabilidad de garantizar que el conocimiento y la educación no sean privilegios de unos pocos, sino derecho de todos.

1 thought on “El precio de la cultura: el impuesto al libro en Chile

  1. ¡Maravilloso! Esas son las ideas que necesitamos, las que nos impulsen a no rechazar ningún conocimiento, aunque no aceptemos todo. Aquí están las garras del Leviatán, las que deben ser limitadas lo más posible. Muchas gracias.

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