Mendigar amor en el siglo XXI

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¿Qué tan dispuestos estamos a arriesgar nuestra integridad por un poco de afecto? Depende de cada persona, cada situación o vivencia, la cuestión está en si vale la pena realmente exponerse a perder el equilibrio por buscar un amor que puede ser complejo y poco sano.

Los amigos, familia y cercanos hablan del amor propio y como valorarse es importante a la hora de encontrar pareja, que uno debe de tener requisitos y preferencias para no encontrarnos con una desilusión afectiva, los terapeutas hablan sobre la autoestima, ya que así somos menos propensos a sacrificar nuestra integridad por mantener esta relación que nos consume tanto, no muchas personas explican como llegar a conseguirlo.

La validación de afecto nos pone en un precipicio, ¿Estamos dispuestos a arriesgarlo todo con tal de aceptación y cariño? Sí, lo estamos, obviamente en ciertas ocasiones y en constante rutina con la influencia de algunas culturas que consideran justificable hacer ciertos sacrificios para priorizar una persona, lo arriesgamos todo.

Las razones por las que lo hacemos son complejas, se involucran factores emocionales, psicológicos y sociales. El deseo de aceptación, de ser amado es una necesidad humana básica, cuando no la recibimos podemos esforzarnos demasiado para conseguirla, aún si esto significa comprometer el bienestar.

En el siglo XXI mendigar amor se ve afectado por las redes sociales aunque no lo creamos, la comparación constante a la que nos exponemos con éstas, son otro aspecto añadido a la lista por el cual tenemos estas tendencias. La cultura de inmediatez de la comunicación puede acelerar el deseo de amor y atención, la necesidad de recibir respuestas y afecto de forma rápida nos puede generar ansiedad y una sensación de insuficiencia.

Personalmente, creo que esta tendencia subraya la importancia de desarrollar una autoestima sólida y relaciones basadas en el respeto mutuo y la autenticidad, en lugar de depender de la aprobación externa para sentirse valorado.

2 comentarios en “Mendigar amor en el siglo XXI

  1. «Las cosas que hago por amor». Ciertamente, nadie debe mendigar nada, sobre todo un sentimiento que nos hace tanto bien. El neurocientífico Paul Zak habla mucho del tema, aunque transita sobre una metodología más fisiológica, química y evolutiva. Tenemos que volver a los abrazos, a mirarnos a los ojos, a decir «te quiero» (una rareza en el mundo de hoy). Ruego porque no dejemos de amar, pese a las dificultades, los obstáculos, el dolor y las traiciones. El amor, como diría Desmond Morris, literalmente se hace, se construye.

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